Clica sobre la bandera per a llegir la versió en català
Mauro Larrea es un hombre hecho a sí mismo, que, aunque tiene un origen humilde, consigue hacerse rico a base de tesón y mucho esfuerzo. Pero un revés relacionado con la política le arrebata todo lo que tiene y debe volver a hacer lo que ya ha hecho otras veces: como el ave fénix, resurgir de sus cenizas. Tal empeño lo sacará de México y lo llevará primero a Cuba y luego a España, donde Soledad Moltalvo le pondrá su miedo, su inquietud, sus prioridades y su razón completamente del revés.
Desde el punto de vista literario, María Dueñas nos ha dejado una novela perfecta. Si analizamos diversos puntos obligatorios que debe tener una buena narración, veremos que los cumple todos. ¿Hacemos un repaso de algunos?
Tenemos un conflicto perfecto: Mauro Larrea está arruinado, y este hecho le hará salir de su universo para volver a buscarse la vida.
Los personajes están muy bien perfilados: cada acción tiene cabida en la personalidad de cada personaje. Mauro ya ha pasado de pobre a rico, por lo tanto es capaz de volver a hacerlo y de arriesgar mucho en el camino.
El registro del lenguaje es tremendamente apropiado: modismos concretos de Méjico, de Cuba, de España, y aún más sutil, las diferencias de clase perfectamente encajadas. Y además el uso de las metáforas es absolutamente fascinante, porque es capaz de decir muchísimo más con unas cuantas palabras sin que suene recargado ni postizo.
El tiempo es, asimismo, el adecuado: ninguna escena resulta demasiado larga o demasiado corta. Describe lo que pasa sin que abrumen los detalles o no llegues a ponerte en situación. Una vez más, perfecto.
Parece que todos estos comentarios (que podría alargar mucho más) conlleven un enorme "PERO". Pues así es. ¿Y cuál es mi gran "PERO"? Que no consigo conectar con los personajes. Bueno, con ningún personaje hasta que aparece Soledad Montalvo, que es capaz ella sola de salvar la novela. El problema es que aparece cuando sólo faltan unas 150 páginas para el final, y antes de ella hemos tenido que leer otras 350 más. Excesivo desde mi punto de vista.
¿Y qué tiene Soledad Montalvo? Pues no lo sé ciertamente. Pero a partir de ese momento es cuando empecé a vivir la historia, empecé a hacerme muchas preguntas (¿Será Mauro capaz de vender los viñedos? ¿Le permitirá su conciencia enviar a la esclava de vuelta a América?) y empecé a vivir las angustias que acompañan a Sol. En cambio, antes de que apareciera, la novela no había conseguido que mi corazón latiera a un ritmo más apresurado, ni tan siquiera en la magistral partida de billar.
En fin. ¿Qué os puedo decir? Que leí El tiempo entre costuras y me pareció sublime, aunque me dejó con un amargo sabor de boca cuando no concluyó casi nada de la historia. Que me negué a leer Misión olvido porque aún estaba dolida. Y que con La templanza pretendía redimir a la escritora, pero, aunque reconozco que es una novela perfecta desde el punto de vista literario, no me ha emocionado, y yo a una novela le exijo pasión. Necesito sentir amor, angustia, miedo, alegría. Necesito vivir la historia de los personajes.
Pero bueno, quizás a vosotros os guste. De hecho está teniendo mucho éxito y ya se han planteado hacer una serie de televisión, tal y como hicieron con El tiempo entre costuras. ¿Me contáis qué os ha parecido la novela?
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