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El aliento de los dioses, de Brandon Sanderson, es una novela diferente.
El rey de Idris firmó un tratado por el que se comprometía a enviar a su hija mayor, Vivenna, al reino de Hallandren para casarse con Susebron, el rey-dios.
Vivenna siempre ha aceptado que este es su destino. Su vida tiene un propósito y ella se siente orgullosa del sacrificio que tiene que hacer. Se prepara con auténtico fervor. La paz es un objetivo valioso y loable.
Pero el padre ama tanto a su hija que, cuando llega el momento, es incapaz de regalarla y decide enviar su hija pequeña, que es rebelde, independiente y no hace caso a nadie. La pequeña Siri.
Vivenna se siente perdida porque ya no sabe qué hacer con su vida. Cuando le quitaron el propósito para el que se había preparado siempre, también le quitaron el orgullo, la importancia, el respeto. Ya no era nada. No era nadie. Y decide salvar su hermana del destino que debía ser para ella.
Pero el tiempo deforma la realidad y la convierte en leyenda, y las historias, aunque viajan muy lejos, siempre tienen partes esenciales olvidadas o escondidas. Lo que sabemos muchas veces es lo que quieren que sepamos y no lo que es en realidad.
T'Telin será la capital donde Vivenna establecerá su base de operaciones. Una misión de rescate, sin embargo, que rescatará ¿a quién? ¿Quién es el bueno de la historia? ¿Es posible que cuando la verdad te explota en la cara, sientas necesidad de cerrar fuertemente los ojos para que tu pasado siga teniendo valor? Sin embargo, ¿no es valiente aceptar que has vivido bajo unas premisas erróneas y que una vez conoces el mundo tal como es no te puedes esconder y hacer como si nada? Es terrible aceptar que aquellos a quienes amas han errado sus objetivos y han derrochado tu vida porque en vez de vivir sólo han sido capaces de sobrevivir.
Este es el hilo argumental de la historia, pero además hay un elemento innovador y sorprendente. ¿Cuántas novelas emocionantes y de aventuras conoces que sean un tratado teológico?
El escritor se adentra en un mundo difícil en el que la fe, los perjuicios, las leyendas y la conciencia del yo se mezclan de tal manera que provoca en el lector el planteamiento constante de preguntas. La más evidente es: ¿existen los dioses? Pero hay una pregunta sutil que despunta al principio del libro y que se va haciendo más clara a medida que vas pasando páginas: ¿por qué la gente necesita creer en dioses?
La falta de fe, la fe devota, todo forma parte de este mundo. Y aunque las religiones y la realidad que nos presenta son imaginadas, encontramos tantos paralelismos con nuestro propio mundo que provoca en el lector una reflexión profunda.
La magia de este libro consiste en convertir una preocupación de la humanidad desde su inicio: la búsqueda de respuestas a incógnitas vitales a través de la religión, en una novela de aventuras, en la que los personajes están muy bien perfilados y la trama engancha rápidamente. Espero que os guste.
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